
Alemania quiere el mayor ejército
Su ministro de Exteriores, el también conservador Johann Wadephul, comunicaba recientemente el respaldo de este país a la exigencia del presidente estadounidense, Donald Trump, de que los países de la OTAN dediquen no menos del 5% de su rendimiento económico a Defensa. Ya el anterior Gobierno germano liderado por el socialdemócrata Olaf Scholz había impulsado la modernización del Bundeswehr tras la invasión de Ucrania por Rusia en febrero de 2022, pero Merz y su gabinete han ido más allá al asumir que debe liderar la defensa del Viejo Continente y mostrarse dispuesto a hacerlo.
La tarea se plantea titánica, además de urgente, dado que algunos expertos han advertido de que Rusia estaría preparada para atacar el flanco oriental de la Alianza Atlántica lo más tarde en 2029. Desde el fin de la Guerra Fría con la caída del Muro de Berlín en 1989, las fuerzas armadas alemanas no han hecho más que mermar en personal y material. En plena confrontación con la Unión Soviética, más de 1,4 millones de soldados de la OTAN y el Pacto de Varsovia se encontraban estacionados en suelo alemán a uno y otro lado del Telón de Acero.
El Bundeswehr contaba entonces con más de medio millón de soldados, apoyados por 250.000 militares estadounidenses, 60.000 británicos, 44.000 franceses, 25.000 belgas, 7.500 holandeses y 8.000 canadienses. Todos en bases emplazadas en Alemania Occidental.