© hoy.es¿A quién no deberías contar nunca un secreto?
«Guardar un secreto no es tan fácil», advierte la sicóloga Silvia Álava, que ve «múltiples factores» para que la cosa salga bien. «Quien lo guarda debe tener una buena regulación emocional porque la situación puede implicar cierta activación y también empatía porque hay que pensar en qué impacto tendría revelarlo y hay que ver la ética, los valores de esa persona, si para él es importante la confidencialidad», detalla la experta.
Hay otro elemento en juego y todos tenemos cerca alguien que encarna este peligro. Silvia Álava lo llama «control de la inhibición» pero en tu grupo de amigos se conocerá seguramente como «el bocachancla». Esas «personas que se les escapa todo siempre, aunque no quieran». Sólo hay que decirles algo para que esté en boca de todos en breve. Estos, de saque, descartados.
«Las personas extrovertidas suelen tender más a contar los secretos. Y eso se agrava si no son emocionalmente muy estables. Pueden usar desvelar secretos para hacer más amigos o para 'enganchar' por ahí con esa información», describe. En definitiva, el perfil más peligroso para guardar un secreto serían gentes «muy extrovertidas y con un perfil muy poco responsable».