
Un rastreador de virus mortales zarpa rumbo a la Antártida
«Vamos a tomar muestras de diferentes animales para ver cuánto virus encontramos, porque ya se han empezado a describir mortalidades inusuales e inesperadas», prosigue el científico del Csic. «Vamos a visitar sitios donde hay datos de cuántos animales estimados puede haber e intentaremos estimar si ha habido una reducción drástica. Sabemos que el virus está por la zona, pero no sabemos su impacto».
Durante seis semanas en el velero Australis, dotado de un laboratorio de diagnóstico molecular y de secuenciación de virus, los científicos llegarán a la península antártica, las islas Shetland del Sur y el Mar de Weddell, donde Alcamí junto a dos biólogos dedicados a las aves y los mamíferos marinos, dos veterinarios especialistas en gripe aviar, un biólogo molecular y un virólogo analizarán qué está sucediendo con esta enfermedad, gracias a su experiencia con otros virus como el covid, la mpox y otras cepas de la gripe aviar.
«Hay pocos países que tienen laboratorio en la Antártida y todos están en sus bases. Aunque sea en un espacio muy pequeño y el esfuerzo es mucho mayor, la nuestra se puede mover de un lugar a otro y tener resultados en 24 horas», describe Alcamí. «El año pasado ya supimos lo difícil que es trabajar en esas condiciones y aprendimos lo que tenemos que hacer. No hay ningún laboratorio de esas características».