
Un héroe de la Primera Guerra Mundial en el cementerio de un pequeño pueblo de Ciudad Real
Se trata de un soldado belga que combatió en la Primera Guerra Mundial y que fue condecorado con la Cruz de Guerra del Reino de Bélgica. No murió en una batalla sino víctima del paludismo y decidió pasar sus últimos días en Mestanza. Su historia incluso es desconocida por la mayoría de los vecinos de Mestanza, no así por su alcalde, Antonio Pareja, que ahora se plantea reconocer a este héroe de guerra. Un historiador local, Miguel Martín Gavillero, que fue alcalde de este pueblo, fallecido hace cuatro años, dedicó parte de su vida a investigar la biografía de Alberto Meyer-Orth.
Se sabe que nació en la ciudad belga de Lieja y que su familia le puso el nombre de Alberto porque era el mismo del príncipe heredero. Siendo muy pequeño, sus padres se trasladaron a España con toda la familia -dos hijos y cuatro hijas- ya que el padre, Leopoldo, fue destinado a la aldea ciudadrealeña de El Horcajo, en el Valle de Alcudia, para administrar las minas de plomo. Allí vivió los tristes sucesos ocurridos a principios de 1901 cuando tres niños de la aldea no regresaron a sus casas al atardecer y fueron encontrados tres días después en la sierra devorados por los lobos.
La familia Meyer se aclimató a la vida tranquila de El Horcajo y adquirió una finca en la zona donde levantó una gran casa que aún pertenece a sus herederos y en la que Clara, madre de Alberto, fue enterrada.