
Trump y Putin agotan esta semana la cuenta atrás para la búsqueda de la paz en Ucrania
Trump no termina de manejar bien los tiempos. Durante la campaña electoral de 2024 que le abrió de nuevo las puertas de la Casa Blanca dijo que acabaría con este conflicto en «24 horas». Como si bastase una charla de colegas con su admirado Putin. De hecho, sus primeros pasos al frente del país fueron en contra del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a quien culpó de la guerra.
Cortó el suministro de ayudas a Kiev y se colocó del lado ruso. Pretendía así aislar a Ucrania y obligar al país invadido a plegarse al invasor para poder dedicar todos los recursos a su gran objetivo: la pugna con China en el Pacífico.
Pero el supuesto acercamiento con Putin, consolidado en varias conversaciones telefónicas, no tuvo consecuencias en el frente. Tras cada charla entre los dirigentes de EEUUy Rusia se recrudecían los bombardeos de las tropas de Moscú. En la prensa norteamericana, algunos analistas han dicho que el jefe del Kremlin juega con Trump. El magnate tiene un ego muy sensible.