
Sexo, desfalcos y kung fu: así ha caído el gran abad shaolin de China
«Por fin cae el abad del templo Shaolin», escribía Yu Zeyuan, periodista del diario chino Lianhe Zhaobao, señalando que ya hace años había fundadas sospechas sobre las reprobables conductas del religioso. Shi era conocido como 'el monje CEO' porque hizo del templo un negocio que gestionaba como una empresa -con notable éxito-, algo que provocó muchas suspicacias en la comunidad budista.
En 2009, algún 'hacker' logró hacerse con el control de la página web y en ella escribió 'maligno shaolin Shi Yongxin, vete al infierno' en ideogramas de caligrafía china, como si fuese un grafiti 'ad hoc'. Meses después, de la misma manera se publicó una carta en la que, supuestamente, Shi se disculpaba por haber llevado «una vida materialista».
Con el caso del monje más famoso de China se puede echar mano del refranero: cuando el río suena, agua lleva. Ahora, oficialmente se le investiga por apropiación indebida de fondos destinados a proyectos de la institución budista, así como de haber violado los preceptos de esa religión al mantener relaciones sexuales «impropias» con varias mujeres. Por si fuese poco, presuntamente es el padre de al menos un hijo ilegítimo.