Restauran la colección de vehículos de lujo de la Casa Real griega
La familia real helena adquirió en 1873 un total de 1.600 hectáreas que, cuatros años después, una resolución parlamentaria ampliarían el terreno con más de tres mil hectáreas más. En este entorno idílico, Doña Sofía pasó parte de su infancia rodeada de pinos, encinas y castaños y, según cuentan, desarrolló su pasión por la arqueología excavando en el yacimiento arqueológico de Dekelias, ubicado dentro del terreno de la finca real.
La gran actividad agrícola, vinícola y ganadera de la finca, acabaron convirtiendo en Tatoi en un microcosmos y lugar de residencia permanente de los trabajadores al servicio de la casa real; formando una comunidad autosuficiente y próspera gracias a la venta del excedente de sus productos agropecuarios y su vino.
En 1973, con la expulsión de Grecia de la familia real, la finca quedará abandonada a su suerte hasta que, en febrero del año 1991, varios camiones contratados desde el exilio por el exmonarca, consiguieran llevarse innumerables objetos de valor dejando atrás, sin embargo, la colección real de automóviles.