
Refresco de Clipper para celebrar el Día de Canarias
Inmigrante senegalés, llegó en plena postpandemia al atestado muelle de Arguineguín. Está muy integrado. Trabaja y juega al fútbol en el Arguineguín
Maguette Diouf se lo debe casi todo al fútbol y en el fútbol tiene puestos parte de sus sueños. Camino del entrenamiento, allá, en su tierra de origen, en Senegal, le dio por subirse a una patera, quizás con la idea de triunfar en un equipo europeo, y una vez aquí, cruzado el charco, fue gracias también al fútbol como conoció a quien se ha convertido en su protector, José Manuel Ramírez, presidente de la asociación benéfica Canoa Solidaria.
Se vino casi a la aventura, sin decírselo siquiera a sus padres, como en un arrebato. Tenía solo 15 o 16 años. Pero, cinco años después, no se arrepiente. Ha logrado integrarse, trabaja como traductor en un centro de menores inmigrantes y vive en un piso compartido, que es lo que puede permitirse. «Me encanta vivir aquí; cuando me preguntan de dónde eres, siempre digo que soy de Senegal, pero soy canario también, porque aquí me siento como en casa».