Puff Daddy, en el epicentro de una organización criminal dedicada al tráfico sexual
El pasado 16 de septiembre, el rapero y productor Sean Combs, conocido como Puff Daddy, era detenido por agentes federales acusado de tráfico sexual, asociación ilícita y transporte para ejercer la prostitución.
Un arresto que no evitaba que siguieran sumándose las denuncias en su contra y una semana después de su entrada en prisión, Thalia Graves se convertía en la mujer número once en denunciarlo por abuso sexual y violación en apenas diez meses.
Sin embargo, eso era solo la punta del iceberg, ya que a estas acusaciones se ha unido una macrodemanda de 120 personas de 25 estados diferentes que acusan al rapero de violaciones y abusos sexuales. Un escándalo que se asemeja a los protagonizados en el mundo del cine y de los negocios por Harvey Weinstein y Jeffrey Epstein o el más recientemente destapado de Mohamed Al-Fayed.