
Morante de la Puebla, cogido por su segundo toro, corta las dos orejas de la Puerta Grande y se corta la coleta
Ni tres horas habían pasado desde que Morante había abandonado el ruedo venteño. Y cuando mató al segundo de su lote, al que había cortado ... dos orejas, sorprendió marchándose a los medios y cortándose la coleta con la emoción a raudales, con los tendidos conmovidos, con A las seis en punto lo pisaba de nuevo, con la responsablidad absoluta de enfrentarse al toro de Madrid.
Media hora después, tejía verónicas monumentales. ¡Viva Morante! Entregadísimo con un castaño en el umbral de los seis años, de impresionante volumen y alzada. Hasta los relojes de arena se detuvieron en el quite por la madre del toreo de capa, con dos verónicas de sábana santa y una media categórica. Por el mismo palo replicó Fernando Robleño antes de loscolosales pares de Curro Javier.
Para Isabel Díaz Ayuso fue el brindis. Con valor de quilates expuso desde la apertura. : el de Garcirande se paraba a mitad del viaje: era incierto, no pasaba. Y tras enseñárselo al aficionado cogió la espada: un mundo costó dar matarile a un toro con esa altura.