«Mis cuñados murieron en el piso de abajo y no pude hacer nada»
Josefa Castro (80 años) pasa la tarde cosiendo delante de la tele. Acaba de ponerse un capítulo de 'Caso Abierto' cuando un ruido la saca de la trama y la empuja a la ventana. Al asomarse, ve «la barrancá» que cruza Paiporta y corre a llamar a su cuñada Emilieta (80 años), que vive -vivía- en la planta de abajo junto a su marido, Salvador (81 años). «Lo intento por teléfono y, como no coge, empiezo a llamarla a gritos», reproduce ella.
Ni siquiera llueve, pero cuando Josefa vuelve a la ventana, sólo unos segundos después, el agua «ya salta» del cauce e invade la calle. «Vuelvo a llamarla por teléfono y sigue sin coger [más tarde se enteraría de que Emilieta estaba hablando por el móvil con una vecina]». Josefa se asoma al patio común, ese por donde cada mañana se daban los buenos días, o desde el que se avisaban de lo que iban a comer, y grita el nombre de Emilieta con todas sus fuerzas. Su cuñada no la oye. La única respuesta es el murmullo de la «barrancá», que sigue creciendo.
Josefa se casó en 1970 con Miguel, el hermano de Emilieta, que pasó por el altar al año siguiente con Salvador. «Mis suegros nos construyeron la vivienda ese año», recuerda la única superviviente de los cuatro (Miguel murió en 2015 a causa de un cáncer). Las dos parejas se instalaron en el número 13 del carrer de Sant Jordi. Josefa y Miguel, ocuparon la planta de arriba. Emilieta y Salvador, la de abajo. «Nos hemos llevado bien toda la vida. A mi cuñada la operaron muchas veces y siempre me tuvo a mí al pie de su cama en el hospital», añade.