
Mendizorroza como punto de inflexión para un Real Madrid tocado
Como suele ocurrir cada vez que el Real Madrid lleva una eliminatoria de Champions al Santiago Bernabéu en desventaja se incrementa cada día el sonido de los tambores de guerra en pos de la remontada, esta vez el más difícil todavía tras el 3-0 y las nefastas sensaciones del conjunto blanco en el Emirates.
En mitad de esa ya clásica atmósfera de la heroica como clavo ardiendo en Europa la visita liguera al Alavés podría parecer un estorbo si no fuera porque otro tropiezo en Mendizorroza amenaza con sepultar definitivamente las opciones del Madrid en la Liga, que no es algo menor teniendo en cuenta que su futuro en el Viejo Continente pende del hilo de una hazaña hercúlea.
El duelo en el hogar de un rival muy necesitado para huir de los fuegos del descenso lo concibe como un punto de inflexión el cuestionado Carlo Ancelotti, al que ni siquiera un faraónico currículum evita las dudas sobre su futuro en Chamartín en caso de KO en la Champions. Ganar, seguir la estela del Barça en la pugna por el cetro liguero y rearmar así de moral a un bloque muy tocado tras el sofocón en Londres. Luego ya vendrá otro capítulo para apelar al medio escénico que el Bernabéu genera a cualquier visitante llegado de los cuatro confines europeos.