Marc Márquez arrasa en el sprint de Aragón y se reencuentra con la victoria
1.042 días después, Marc Márquez volvió a cruzar la línea de meta posición con una MotoGP. Una victoria al sprint que no le computa como un triunfo en un gran premio, pero que tiene una carga simbólica extraordinaria para el piloto de Cervera, por todo lo que ha pasado estos últimos cuatro años. «Solo es un sprint, y soy consciente. Pero por algún sitio se empieza. Lo importante es mañana. Pero este fin de semana ya hemos conseguido algo que no había conseguido nunca». Y es que, en este formato de carrera corta estrenado la pasada temporada, nunca había visto ganar a Marc Márquez.
No hubo ni un ápice de sorpresa. De hecho, el ilerdense cumplió un guion que parecía escrito. Ya que antes del sprint, había liderado los dos entrenamientos del viernes, el libre del sábado y la Q2 del domingo, con una pole autoritaria aventajando en más de ocho décimas a Pedro Acosta y Pecco Bagnaia, que le acompañaron en primera fila. En el sprint no falló en la salida, lideró cada una de las 11 vueltas, se hizo con la vuelta rápida de carrera y cruzó la línea en solitario y quitándose un peso de más de mil días de encima.
Hacía tiempo que no se veía un Márquez tan dominador como en Motorland. En un gran premio muy complicado por las condiciones meteorológicas que sacuden esta zona del Bajo Aragón y de la propia pista alcañizana, recién asfaltada y con muchos problemas de agarre durante todo el fin de semana.