
Los supervivientes de la mina de Asturias: «La alarma pitó por falta de oxígeno y los de delante siguieron; luego todo explotó»
«Entramos a la mina, como todos los días». Y como todos los días, nadie había ido por delante antes verificando que todo estaba bien. El grupo avanzaba por la planta tercera, distribuido en 'maniobras', esto es, conjunto de vagones y máquinas que las traccionan.
Iban Radio, de 54 años, uno de los fallecidos, era el vigilante; el que decía cada mañana cómo se iban a distribuir los del turno de la mañana, con horario de ocho a tres de la tarde. «Él siempre estaba muy pendiente de las turbinas, nos decía que tuviéramos cuidado, que vigiláramos si se estropeaban. Si no estaban bien, la orden era no entrar. Nunca nos dejaba trabajar solos, nos cuidaba mucho».
En una ocasión una de esas turbinas, pilar central de la ventilación en Cerredo, se estropeó. «No volvimos a trabajar hasta que se puso una nueva turbina».