
Los adolescentes asaltan la élite del ciclismo
«Los equipos con dinero quieren potencia. Quieren tener consigo al próximo joven referente antes de que venga otro y se lo lleve», explica José Luis Arrieta. El ex ciclista de Banesto, que en los últimos años ha pasado por la dirección deportiva de equipos como Movistar y el Decathlon-AGR2, admite que cada vez son más los ciclistas que pasan de categoría junior a World Tour.
Una carrera por fichar talento que ha venido marcada, en parte, por casos de éxito muy concretos. El más sonado es el del belga y doble oro olímpico en los Juegos de 2024 Remco Evenepoel (2000).
Cuando, con solo 18 años, una extraordinaria temporada como juvenil y ninguna andadura por la categoría amateur y sub-23 da el salto directo al profesionalismo, abre, sin todavía saberlo, una nueva forma de búsqueda de los campeones del futuro: la de la profesionalización del ciclismo de base.