
Las claves para elegir el primer coche para la generación Z
Cuando un hijo o hija, recién estrenado el carné de conducir, lanza la esperada frase de «papá, quiero un coche», un mar de dudas asalta a los padres. ¿Es el momento adecuado? ¿Debería ser un coche nuevo, uno usado de la casa o de segunda mano? Más allá del deseo, la preocupación principal debería ser la seguridad, especialmente si consideramos que, según la OMS, los accidentes de tráfico son la primera causa de muerte y la segunda de discapacidad entre los jóvenes a nivel global.
Sin embargo, la realidad económica en España parece contradecir esta prioridad. A menudo, el ímpetu de la juventud se une a la inexperiencia al volante, y un coche de alta cilindrada o caprichoso podría acarrear más riesgos.
Precios elevados y sueldos bajos son dos factores que limitan el acceso a un vehículo nuevo a gran parte de los jóvenes en España. Aunque no existe una cantidad fija de dinero que se debería destinar a la compra de un coche nuevo, ya que depende de la situación financiera personal, hay algunas reglas generales que pueden ayudar a la hora de tomar una decisión informada.