La dura realidad del Barça
El Barcelona tuvo este sábado en El Sadar una vuelta a la realidad. Flick cometió el error o tuvo la necesidad de hacer rotaciones ante la carga de partidos que el equipo lleva en el mes de septiembre y el resultado fue un bajón en el nivel del equipo que concluyó con cuatro goles en contra y con la certeza de que el fondo de armario, hoy por hoy, no es suficiente. Es la dura realidad de un Barça que sigue mirando de reojo a la enfermería esperando a recibir buenas noticias y que tiene el otro ojo puesto en un calendario que no da tregua.
«Si ves a nuestro equipo, no es fácil. Creo que después del parón tendremos a más jugadores recuperados. Hay muchos futbolistas lesionados, pero no es una excusa. Creo que proteger a los jugadores es mi responsabilidad porque llevan muchos minutos, pero no esperaba que jugaríamos así. Jugamos el martes, el domingo... y estamos en el camino correcto», afirmó Flick a la conclusión del partido contra Osasuna. El técnico alemán aceptó la derrota, pero habló por primera vez sobre un problema que ya lastró al Barça la temporada pasada y que este año se ha recrudecido.
Y es que las posibilidades de Flick para rotar jugadores en este mes de septiembre se han ido reduciendo a medida que han avanzado las semanas. Futbolistas como Koundé, Cubarsí, Pedri, Lamine Yamal, Raphinha o Lewandowski son la columna vertebral del equipo culé, lo habían jugado prácticamente todo y el germano tenía la necesidad de rotar. El problema es que eligió un escenario peligroso como es El Sadar, que decidió hacerlo con varios cambios a la vez y que los reemplazos, a día de hoy, no están a la altura de los jugadores a los que sustituyen.