
Joao Félix consuma su venganza
Con la lección aprendida. Así salió el Barça a jugar el partido contra el Atlético. El conjunto culé se dejó de medias tintas y entró al terreno de juego con el cuchillo entre los dientes, dispuesto a avasallar a su rival.
Xavi dispuso los mismos once futbolistas que ante el Oporto a excepción de Iñigo Martínez, lesionado en el calentamiento, y su equipo lo agradeció con un inicio arrollador que pudo llevarse por delante a los del Cholo, expectantes ante el desarrollo de los acontecimientos. Y es que el Barça tuvo velocidad en la circulación, desborde por los costados y último pase.
Lo tuvo todo en el inicio salvo lo más valioso, el gol. Raphinha y Lewandowski, hasta en tres ocasiones, probaron fortuna, pero lo hicieron sin puntería para frustración de un Estadio Lluis Companys que maldecía con cada llegada desperdiciada, pero que sabía que ese era el camino.