Isabel Pantoja elige su casa del Rocío para su descanso eterno
Isabel Pantoja tiene claro cómo quiere pasar la eternidad. Este miércoles, la revista Semana ha desvelado sus últimas voluntades, entre las que está el lugar elegido para que reposen sus cenizas tras su fallecimiento. La tonadillera ha dejado por escrito que, tras su muerte, quiere ser incinerada y que sus restos sean depositados en su casa de El Rocío. Concretamente, «tras el azulejo de la Virgen del Rocío, en color blanco y azul, que está en el gran salón de la casa», recoge la publicación.
Después de vender uno de sus pisos de Fuengirola y de que otro saliera a subasta, todavía son varias las propiedades que tiene la madre de Kiko Rivera, incluida la finca Cantora que heredó de su marido, Francisco Rivera, Paquirri, y que ha sido su refugio durante los últimos años. Sin embargo, recién mudada a Madrid, parece que ha asumido que vender sus inmuebles es la única solución a sus problemas económicos, por lo que está decidida a desprenderse de la finca de Medina Sidonia, así como de los dos pisos que posee en Sevilla y de las dos plazas de garaje.
Lo que no tiene previsto vender bajo ningún concepto es su casa de la aldea onubense de El Rocío, ubicada en la calle Isabel Alfonsa y que ha renovado en varias ocasiones y en su fachada se pueden ver las insignias de Francisco Rivera y de Isabel Pantoja. En El Rocío ha pasado la cantante algunos de sus momentos más felices. Fue allí también donde hizo público su romance con Julián Muñoz. Inolvidables son aquellas imágenes del alcalde y la artista besándose y riendo como adolescentes en una calesa.