
Irán y EE UU negocian un acuerdo nuclear bajo la presión de un ataque de Israel
Este acuerdo marcará el devenir de la región y por eso se produjeron movimientos importantes en las últimas horas. Arabia Saudí envió a su ministro de Defensa, Khalid Bin Salman, a Teherán, una visita importante en un momento crítico que simboliza el acercamiento entre las dos grandes potencias chií y suní de Oriente Medio. El responsable de Defensa saudí es el hermano del todopoderoso Mohamed Bin Salman, príncipe heredero y figura respetada por un Trump que en unas semanas viajará a Riad en visita oficial.
Khalid Bin Salman se reunió con el Líder Supremo «con el objetivo de ampliar las relaciones con Irán y la cooperación en todos los campos». Alí Jamenei le transmitió que «es mucho mejor que los hermanos de la región cooperen y se ayuden unos a otros que depender de otros», en alusión a potencias extranjeras como Estados Unidos. Una declaración de intenciones que trata de superar las rencillas del pasado y supone un aviso para Israel, que aspira a que Trump logre la normalización de relaciones entre ellos y Riad.
El otro movimiento clave de la jornada fue el del ministro de Exteriores iraní, Abbas Araghchi, responsable de la negociación con los estadounidenses, quien viajó a Moscú, donde se reunió con Vladímir Putin. La república islámica quiere mantener al Kremlin al tanto de todo el proceso en un momento en el que los rusos tienen buen sintonía con la nueva Administración estadounidense.