¿Hay más garrapatas ahora que antes?
Visualice una pradera verde salpicada de árboles y arbustos, el sol brillando en lo alto, una ligera brisa refrescante, el cascabeleo del río y a lo lejos el sonido de los cencerros de las vacas. Seguro que le dan ganas de tumbarse, cerrar los ojos y dejar que pase el tiempo. Pues ojo, que la pradera trae regalito: garrapatas. Desde esta primavera, los expertos están muy pendientes del tema porque, al parecer, hay más que nunca. Cataluña y Aragón han lanzado sendas alertas, y también preocupan en León, donde el año pasado hubo ocho casos graves por picaduras de este parásito.
Suelen estar activas en primavera y verano, pero su 'temporada alta' cada vez es más larga por «los otoños suaves y los inviernos benignos» que se están produciendo. «La migración de animales, la urbanización descontrolada y el calentamiento global» han facilitado su propagación, explica Raúl Rivas, catedrático de Microbiología en la Universidad de Salamanca. Y aunque son unos bichos muy pequeños, son ciertamente peligrosos. Se alimentan de sangre humana y animal y, a la vez, pueden transmitir muchas enfermedades.
La más famosa es la enfermedad de Lyme, una infección que afecta a la piel, las articulaciones, los músculos, el sistema nervioso y el corazón con consecuencias graves si no se trata. Pero también causa encefalitis y diversas fiebres, incluida la hemorrágica, que acabó con la vida de un hombre de avanzada edad en Salamanca en mayo.