Harrison Ford interpreta a un presidente que se convierte en un monstruo anaranjado, pero de Trump, mejor no hablar

Otra cosa no, pero en la gala de los Premios Goya se habló y se habló y se habló. Así, hablando y aplaudiendo -y soltando alguna lagrimilla- les dieron casi las dos de la madrugada. Que digo yo que lo de la conciliación y tal se lo tendrían que mirar o que intervenga la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles, que existir, existe.

Cuidado, porque el evento fue seguido de media por 2.340.000 espectadores, con un 24,4% de share. Se habló y se habló, pero poquito en euskera, aunque el cine vasco volvió a estar a la altura. El catalán sí se escuchó. Hay que mirárselo también.