
Espectadores o protagonistas
Hubo un momento en que se pudo hacer, sin duda, cuando la agresión rusa a Ucrania hizo vibrar el corazón de los europeos como nunca lo había hecho antes, pero la mayoría de los miembros de la Unión seguían con las luces cortas, ensimismados en sus problemas domésticos y los dirigentes de la Unión, raptados por una burocracia todopoderosa y satisfecha, claramente eran incapaces siquiera de intuir las consecuencias de todo lo que estaba sucediendo alrededor del nuevo capítulo de la Revolución Tecnológica.
Ni se hicieron los esfuerzos suficientes para situarnos entre los líderes de los nuevos tiempos ni supieron comprender las consecuencias que todo ello iba a tener en la política y en el espacio público.
Mentes arraigadas en el pasado sin flexibilidad, acartonadas, no fueron capaces de entender esos nuevos tiempos, en los que los marcos políticos, culturales, económicos, sociales y aún morales están siendo sustituidos por otros que desconocemos cómo se definirán cuando se afiancen, pero ya sabemos que vienen a sustituir los que creímos imperecederos.