El TJUE determina que las normas de la FIFA sobre la transferencia de jugadores son contrarias al Derecho europeo
En 2014, el centrocampista francés Lassana Diarra se quejó a su club, el Lokomotiv de Moscú, por una reducción de salario y unos días después vio rescindido su contrato. El club ruso alegó ante la FIFA que el jugador no había cumplido su contrato y se impuso una multa de 10,5 millones a Diarra, una suma de la que se tendría que hacer cargo el próximo equipo que fichara al jugador francés.
El caso se ha resuelto este viernes en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que ha determinado que algunas de las normas de la FIFA en materia de transferencia internacional de jugadores profesionales son contrarias al Derecho de la Unión, lo que pone en cuestión todo el sistema de traspasos de la FIFA.
En su sentencia, el tribunal con sede en Luxemburgo señala que las normas de la FIFA en su conjunto «son contrarias» a la legislación europea. Por un lado, apunta que «pueden obstaculizar la libre circulación de los futbolistas profesionales que desean progresar en su carrera y trabajar para un nuevo club» de otro territorio o Estado miembro de la UE.