
El Supremo pretende impedir que haya señal en directo del juicio contra el fiscal general
La decisión de Arrieta -que todavía está a debate y ha creado una fuerte controversia en un CGPJ volcado en una política de transparencia en los últimos años- supondría en la práctica que el primer proceso de la historia judicial española contra un fiscal general del Estado no podría ser seguido en directo ni por televisión ni por streaming. Tampoco las televisiones podrían tener acceso a la señal institucional para darla en directo, ya que estas imágenes solo estarían disponible en diferido para evitar el seguimiento al segundo de la vista oral.
Ante la polémica creada por la intención de Arrieta de hurtar el acceso en directo del juicio a la opinión pública, el Supremo, en una ambigua nota emitida la tarde de este viernes, se limitó a apuntar que «los medios de comunicación podrán captar la señal institucional de la vista oral, que será distribuida por la Oficina de Comunicación y puesta a su disposición mediante distribuidores de audio analógico y vídeo HD».
«El juicio podrá ser seguido por los medios de comunicación tanto desde la propia sala de vistas -donde se reservarán 20 plazas para periodistas- como desde el salón de actos y la biblioteca del Tribunal Supremo, habilitados como sala de prensa», abundó el comunicado, que no obstante remitió a futuras notas para aclarar los «detalles de la cobertura», dando a entender que no hay una decisión firme tomada sobre la retransmisión o no en directo de esta histórica vista oral.