El Real Madrid llega lanzado a octavos

Ganar y pasar a octavos como primeros de grupo, en ese orden, fue el mandato que lanzó a sus pupilos Xabi Alonso en la víspera de un duelo ante el Salzburgo que ponía al tolosarra frente a su primer objetivo como nuevo técnico del Real Madrid. Consiguió ambas cosas el conjunto de Chamartín, que además mostró las líneas maestras del plan con el que su estratega quiere delinear la nueva era.

Aliviado del sofocante calor sufrido los días anteriores en Florida gracias a la lluvia que descargó sobre el Lincoln Financial Field de Filadelfia, aunque por suerte sin presencia de los temidos rayos y truenos que se temía que pudiesen accidentar el choque, el Real Madrid, vertebrado con un sistema de tres centrales y dos carrileros largos, empezó a tocar la música que le gusta a Xabi Alonso.

Comenzó sometiendo con su presión elevada al Salzburgo, dejó sonado al cuadro austríaco con dos mandobles fruto de sendos contragolpes fulgurantes que le permitieron irse con una buena renta al descanso y después rebajó pulsaciones, lo que permitió que los 'toros rojos' enseñasen las astas, aunque sin mayores consecuencias, para terminar de sentenciar el pleito en la recta final, de nuevo a la carrera.