© ideal.esEl mejor Bellingham guía el cambio de tercio | Ideal
Xabi Alonso ya tiene la primera gran victoria de su etapa al frente del Real Madrid. Se le discutía al técnico guipuzcoano el desempeño de su equipo en las fechas señaladas y de un plumazo se quitó el sambenito, gracias en gran medida a un muy buen tono colectivo de su equipo, sacrificado como nunca, pero también a la mejor versión de Jude Bellingham, un elemento diferencial que tanto echaba de menos el conjunto blanco.
Y eso que el Madrid comenzó nervioso, con errores de Huijsen y Camavinga, la gran novedad del once blanco para reforzar el centro del campo, que propiciaron la primera llegada de peligro azulgrana, en las botas de Rashford. Fue parte de un inicio fulgurante, aderezado a continuación por la acción en el área culé entre Lamine Yamal y Vinicius que Soto Grado juzgó como penalti sobre el césped, antes de que desde el VAR, Iglesias Villanueva enmendase la plana al riojano pues fue el madridista el que golpeó primero.
Después de un comienzo eléctrico, estaba el clásico todavía en definición, en mitad de la disputa, cuando Mbappé, elemento diferencial en un estado de forma demoledor, comenzó a hacer de las suyas. El francés conectó una volea muy lejana que convirtió a Szczesny en una estatua, pero la acción fue finalmente anulada por un fuera de juego milimétrico del atacante, detectado otra vez a instancias del VAR.