
El magnífico verano de Jessica Bouzas
Jessica Bouzas está teniendo una de las progresiones más regulares y consistentes del tenis español. La pontevedresa, octavofinalista en Cincinnati, ha subido treinta puestos en el ránking desde mayo y por primera vez en su carrera está entre las cuarenta mejores jugadoras del mundo. Su próximo reto, el más difícil, enfrentarse a la número uno del mundo, Aryna Sabalenka.
«Ahora vengo a estos torneos a hacerlo muy bien, no solo a presentarme y ver qué pasa», aseguró Bouzas en Wimbledon, donde se estrenó en los octavos de final de un Grand Slam. Ahí sumó su quinto Grand Slam consecutivo ganando al menos un partido y la cuarta vez que alcanzaba, como mínimo, la tercera ronda.
La progresión era irrefutable: en poco más de un año había irrumpido en el 'top 100' y se había asentado como la segunda mejor raqueta de España, solo por detrás de Paula Badosa, además de sumar tres cuartos de final en Guangzhou, Rouen y en el pasado WTA 1.000 de Montreal, donde solo la a la postre campeona Victoria Mboko le pudo frenar.