El lado oscuro de la marihuana: de paliar el dolor al riesto de esquizofrenia
Las drogas de abuso suelen suscitar un claro posicionamiento en la sociedad: todos estamos de acuerdo en que la cocaína, la heroína o el fentanilo son perjudiciales. En internet circulan imágenes de actores o artistas antes y después de hacerse consumidores y los estragos físicos y mentales son evidentes.
Sin embargo, el consumo de las llamadas 'drogas blandas', como las derivadas de la marihuana, gozan de mucha más aceptación social. El propio apelativo 'blandas' se refiere a que no generan una adicción tan fuerte como otras e induce a pensar que no son tan malas. Pero, como todo en Biología, no hay blanco o negro si no una escala de grises en los efectos de esta sustancia en el cerebro.
Creo que estaremos todos de acuerdo en que las plantas no se ríen. Entonces, ¿por qué nos reímos nosotros al fumar un porro de marihuana? Las plantas de marihuana o Cannabis producen una serie de sustancias llamadas cannabinoides que les permiten defenderse de los insectos, así como de la desecación o de la radiación solar. Y, casualidades de la vida, los cannabinoides se parecen mucho a un tipo de sustancias que produce nuestro propio cerebro que se llaman, en un alarde de originalidad, endo-cannabinoides.