
El juzgado de Toledo descarta la tesis del sabotaje tras recibir el atestado de la Guardia Civil
El robo de cobre que desató el caos en el AVE a principios de semana llega a los tribunales. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Orgaz (Toledo) ha abierto diligencias previas para investigar los hechos. Lo hace tras recibir el atestado de la Guardia Civil sobre la sustracción de cableado en cinco puntos de la línea ferroviaria que une Madrid y Sevilla. En el procedimiento judicial abierto se investiga la presunta comisión de un delito de robo con fuerza, explican a THE OBJECTIVE fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha.
El robo de cobre en cinco tramos de cableado en la provincia de Toledo del pasado domingo afectó a más de 10.000 viajeros. El Gobierno ha deslizado la hipótesis del sabotaje, aunque la investigación policial lo descarta. Las fuentes consultadas afirman que lo ocurrido es un delito común perpetrado por bandas criminales «que operan habitualmente en la zona».
Lejos de un acto de sabotaje orquestado, los hechos parecen enmarcarse dentro de una dinámica delictiva ya conocida por las autoridades, que están sobre la pista de varias personas con antecedentes en este tipo de acciones. De momento, no han identificado a los responsables. Los agentes descartan que se trate de un atentado contra la infraestructura pública y lo enmarcan en una operación planeada para obtener un beneficio económico rápido con la venta del metal sustraído.