
¿Por qué hay seis cardenales que han roto la etiqueta del cónclave?
Es difícil verlos, pero no porque se escondan, sino porque los realizadores de televisión y los fotógrafos que cubren el cónclave, hasta el momento en que este comienza realmente, al cerrarse la puerta de la Capilla Sixtina, se dejan llevar por la estética de la uniformidad de los hábitos cardenalicios y parece que evitan meter en sus encuadres a los que la rompen. Pero ahí están.
Son los cardenales electores que se salen de la uniformidad latina. Los de aspecto 'exótico', por decirlo de una forma coloquial; los que con su indumentaria, distinta a la de sus compañeros, reflejan la riqueza cultural y litúrgica de la Iglesia Católica.
La imponente uniformidad en la vestimenta de los cardenales que participan en el cónclave -sotana roja, faja y muceta rojas, roquete blanco, cruz pectoral, solideo y birreta rojos- puede romperse por dos razones principales: que el cardenal 'diferente' pertenezca a alguna de las Iglesias católicas orientales o por su pertenencia a una orden religiosa. En este cónclave hay ejemplos de los dos casos, como pudieron comprobar quienes siguieron su inicio a través de la televisión.