© laverdad.esEl coste de crear empleo en España se dispara un 28% en una década
El resultado que dibuja esta organización es un escenario complicado para empresas y trabajadores: los salarios reales apenas crecen, la inflación pasada ha erosionado el poder adquisitivo y los precios energéticos industriales se dispararon un 45% entre 2021 y 2024, afectando especialmente a sectores intensivos en energía y transporte.
Todo, mientras la productividad avanza de manera moderada: solo un 1,7% anual entre 2015 y 2025, frente a un incremento de los costes laborales unitarios del 2,5%, «lo que supone una pérdida de competitividad superior a ocho puntos frente a la zona euro», señala la fundación.
«España recauda como los países más ricos, pero sin su capacidad de pago ni su productividad», señalan los expertos. La presión fiscal total ya alcanza el 37,3% del PIB, por encima de la media de la OCDE, y el coste creciente del trabajo está frenando la inversión, encareciendo la creación de empleo formal y erosionando la competitividad exterior. Y la distancia con economías como Francia, Bélgica o Dinamarca (tradicionalmente con más cargas impositivas) se ha reducido de seis a apenas tres puntos desde 2015.