El CNI descartó al imán de Ripoll como confidente y rechazó que fuera un riesgo para la seguridad

Los documentos del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y del Ministerio del Interior desclasificados por el Gobierno sobre el imán de Ripoll, considerado el cerebro de los atentados de Barcelona, sí confirman que fue confidente, aunque poco pudo aportar. De hecho, agentes del CNI mantuvieron hasta tres encuentros con Abdelbaki Es Satty, pero llegaron a la conclusión de que no ofrecía ninguna fiabilidad. "Es un individuo del que no se tiene ninguna fiabilidad y confianza", señala el informe elaborado tras la tercera entrevista que mantuvieron los agentes con Es Satty.

Las tres entrevistas se mantuvieron entre marzo y abril de 2014, cuando el imán de Ripoll estaba en un centro penitenciario de Castellón. Los agentes del CNI trataban de buscar información dado que Es Satty tenía conocimiento sobre los integrantes de una célula islamista que había sido desarticulada en Vilanova i la Geltrú (Barcelona) en 2006 en el marco de la Operación Chacal. Sin embargo, la conclusión a la que llegaron los agentes del CNI es que era una persona poco aprovechable informativamente dado que era poco de fiar y muy "opaca".

"En todo momento, la actitud de Es Satty es de desconfianza hacia sus interlocutores", señala el CNI en sus informes, desclasificados por el Gobierno a petición de Junts en el marco de la Comisión de Investigación del Congreso sobre los atentados de Barcelona. "Manifestó su temor sobre las posibles consecuencias de difundir sus conocimientos", añade el organismo de inteligencia, que hace énfasis en que se mostraba "temeroso de su desenlace final" ya que se siente "amenazado" por sus antiguos colegas de Vilanova y de Cambrils.