El cirujano acusado de violar a una paciente lleva años operando en clínicas de Murcia

En su declaración, a la que LA VERDAD ha tenido acceso, estas profesionales revelan diferentes detalles que detectaron en el quirófano durante la intervención y que les llevó a grabar las imágenes y dar la voz de alerta al centro. La víctima se sometía ese mediodía del 4 de diciembre a una operación de reconstrucción de pecho para la que se emplearía grasa extraída de una liposucción en los muslos realizada en la misma intervención. Según explicó su amiga y acompañante a los agentes, el propio cirujano le había recomendado esta opción.

La paciente fue colocada en la camilla en posición ginecológica para la liposucción de muslos, un detalle que, aseguran, no tiene por qué ser así -puede hacerse de cubito supino-, pero que suele marcar la preferencia del cirujano. Las testigos reconocen que les sorprendió que los genitales de la mujer no estuvieran cubiertos porque se suele considerar «zona sucia» y normalmente se tapan.

Las dos enfermeras relataron a la Policía que durante la liposucción el cirujano «llevaba a cabo movimientos continuos con la pelvis, de balanceo» interrumpiendo los mismos cuando entraba al quirófano el anestesista u otro personal médico. Además, remarcaron, el profesional insistía mucho en que la puerta del quirófano estuviese cerrada. Una de las trabajadores explicó que el cirujano le ofreció incluso marcharse a almorzar, algo que le sorprendió dado que había realizado intervenciones más largas con él y nunca le había hecho una oferta similar.