El chantaje de María Jesús Montero
No soy el oráculo de Delfos. Por tanto, no sé cuánto aguantará este gobierno que no dispone de una mayoría estable en el Congreso. Lo normal sería que presentara una cuestión de confianza, pero no podemos esperar ni coherencia ni ética en Sánchez.
Es cierto que esto último es algo que se extiende en la política europea como pudimos comprobar con la reacción del canciller Scholz tras el desastre electoral de su partido en las europeas y hace unos días en dos estados alemanes. Más graves fueron las palabras del presidente del Gobierno en el comité federal menospreciando al Parlamento.
Le molesta que le llamen autócrata, pero es lo que se puede deducir de alguien que considera que puede seguir gobernando «con o sin concurso del Poder Legislativo». No entendí eso de que seguirá su hoja de ruta al margen del Parlamento, porque su legitimidad viene, precisamente, de que fue elegido por él gracias al apoyo de unos aliados muy poco recomendables.