El Barça espera hoy una respuesta de LaLiga por Olmo y Pau Víctor
El conflicto por las inscripciones de Dani Olmo y Pau Víctor vivió ayer el enésimo episodio. Mientras el club completaba -aparentemente fuera de plazo- la operación de venta de asientos VIP para volver a la normalidad del límite salarial, en LaLiga parecían hacer oídos sordos al asunto. El club creyó que los dos futbolistas quedarían, de nuevo, con ficha y estuvieron todo el día reunidos mientras Hansi Flick dio la cara para expresar esperanza por los dos jugadores.
Y el alemán dio un dato que ya no pasa desapercibido: Los dos futbolistas lo están pasando mal por la irresponsabilidad de unos y por la intransigencia de otros. Quizás en LaLiga y en el Barça deberían pensar más en las dos personas -Dani Olmo y Pau Víctor- y dejarse ya de sainetes en una guerra que solo tiene dos víctimas. Ni Dani ni Pau tienen la culpa de que Joan Laporta siempre tense la cuerda y vaya al límite, ni tampoco que la patronal del fútbol interprete una normativa que no tiene sentido alguno a pesar de que se ha incumplido.
A estas alturas parece que todo va hacia a la solución y la cordura. Y Joan Laporta estará más cerca de apuntarse un nuevo éxito a pesar de que ha deteriorado la imagen del club y ha puesto en un aprieto demasiado duro a los futbolistas y al vestuario. Era innecesaria tanta tensión a estas alturas de temporada y a puertas de jugarse un título importante. Y LaLiga también debería reflexionar sobre unas posturas que acaban denigrando al futbolista persona, sin capacidad de decisión en un mundo en el que los clubs siempre tienen la sartén por el mango.