
El asesor de Seguridad Nacional de Trump, Mike Waltz, será destituido
Con ese despido Trump también intenta salvar a su secretario de Defensa, Pete Hegseth, que ha estado en la diana de los medios por su laxitud con las normas de seguridad del Pentágono, al instalar la aplicación comercial Signal en su teléfono y en el ordenador de su puesto de trabajo y haber expuesto información militar sensible en chats que comparte con su mujer y su hermano. «La prensa no sabe lo duro que es, guau, le tengo tanta confianza», dijo el presidente el martes durante su mitin por la celebración de sus primeros 100 días en Míchigan.
A quien no nombró en los agradecimientos fue a Waltz, cuyo puesto ya bailaba por este y otros errores. Aunque inicialmente Trump le defendió e incluso le describió como un «buen hombre» que había «aprendido la lección», la presión interna y las críticas persistentes han seguido añadiendo revelaciones que han llevado a su destitución. Quizás no necesariamente por haber puesto en peligro la seguridad nacional, sino por cuestionarse su lealtad ante un presidente que la valora por encima de todo, no tolera filtraciones y considera a la prensa «el enemigo del pueblo».
La revista 'The Atlantic' va más allá en el mundo MAGA (Make America Great Again): es «prensa radical de izquierda».