
Diez años con la 'ley mordaza' que Sánchez no ha logrado derogar
«Este muerto está muy vivo», repiten la manida broma, otro año más, en el Parlamento tanto los diputados a favor como los contrarios a esta controvertida normativa. Una ley que, a pesar de que la coalición PSOE-Sumar, la denuesta, el Ministerio del Interior que comanda Fernando Grande-Marlaska ha utilizado sin complejos para sancionar durante los estados de alarma de la pandemia o ante las manifestaciones en Ferraz a cuenta de la aprobación de la ley de amnistía.
Lo cierto es que la promesa formal de Sánchez en su discurso en la moción de censura contra Rajoy de que derogaría la 'ley mordaza' nunca ha llegado siquiera a plantearse. En esta década, los grupos parlamentarios, con los socialistas a la cabeza, han trabajado exclusivamente en «reformar» la normativa, pero nunca en abolirla.
Esta semana, coincidiendo con la víspera del décimo aniversario, los ocho partidos con grupo propio en el Congreso favorables a la reforma –PSOE, Sumar, ERC, Junts, EH Bildu y PNV– han retomando los contactos para impulsar, sin aparentemente mucha fe, los trabajos de reforma de esta norma. Una modificación que en esta legislatura no ha figurado en el centro de una agenda política desbordada por la convulsa actualidad judicial y complicada todavía más por la difícil aritmética parlamentaria.