
Día de la Región de Murcia, el orgullo de sentirse de aquí
Corría el año 1982 cuando el Parlamento español aprobó el Estatuto de Autonomía de la Región de Murcia. Aquel gesto jurídico, aparentemente frío, tenía sin embargo un significado enorme: reconocía que esta tierra, con su historia singular y su geografía diversa, tenía derecho a decidir por sí misma una parte de su destino. Desde entonces, cada 9 de junio nos lo recordamos a nosotros mismos: somos una comunidad con voz propia.
Para quienes hemos nacido entre las huertas del Segura, entre los melocotoneros de Cieza, los saladares del Mar Menor o las sierras del Noroeste, este día despierta una mezcla de orgullo y tenacidad. Orgullo por los logros que se han conseguido en estas décadas de autonomía: hospitales, universidades, carreteras, museos, protección del patrimonio, políticas propias. Tenacidad, porque a veces, en este rincón olvidado por los grandes focos del país, hay que luchar el doble para que se nos escuche. Y, sin embargo, seguimos aquí.
Y seguimos aquí también para defender lo que con tanto esfuerzo hemos construido. Por eso, este año el Día de la Región viene inevitablemente teñido de preocupación, y también de firmeza. Porque no podemos celebrar lo que somos sin alzar la voz por lo que está en riesgo: el Trasvase Tajo-Segura. Su continuidad no es una cuestión técnica ni política: es una cuestión de justicia, de vida, de futuro.