¿Deberes en verano? Un clásico de las broncas familiares
Si lo pensamos fríamente, es casi incomprensible que asociemos las vacaciones de verano a un oasis de paz y tranquilidad que nos resarce del estrés de todo el año. Porque si algo tienen las vacaciones, sobre todo en su acepción más familiar, es que suelen ser una etapa llena de broncas. ¿Por qué pasa esto justo cuando estamos (se supone) más relajados y sin las presiones del día a día?
Desde el punto de vista de la Psicología lo tienen muy claro: cambia el escenario (solemos estar en otro sitio) y también los roles familiares (quién hace qué). Y a esto hay que sumar que puede haber más gente que de costumbre a nuestro lado y metiendo baza: los abuelos, el cuñado... Así cualquier conflicto se sale de madre. ¿A alguien le suena?
Begoña Sánchez Orduña, psicóloga del hospital Vithas de Vitoria, lo tiene claro: «Crean conflicto y tensión en familia en una época en la que debería pasar lo contrario, que deberíamos aprovechar para fomentar actividades que fortalezcan los vínculos familiares». Hay estudios, indica, que señalan las actividades académicas de los chavales durante el verano como un detonante de desencuentros.