
Choque entre el eje franco-alemán por la contrapropuesta de negociación de aranceles de Trump
El expresidente catalán y líder de Junts, Carles Puigdemont, evaluó ayer el aval del Tribunal Constitucional a la ley de amnistía como una «conquista» del independentismo, sin reconocimiento alguno a las concesiones efectuadas por el Estado de derecho español impelido por las necesidades de gobernabilidad de Pedro Sánchez; al tiempo que cargaba con suma dureza contra los jueces del Supremo que se niegan a exculparle del delito de malversación vinculado al referéndum ilegal del 1-O.
El mensaje de Puigdemont sirve para clarificar el inquietante terreno en el que se adentra ahora la aplicación de la norma que borra las causas asociadas al 'procés', una vez que un TC partido casi en dos ha sentenciado que esa exoneración cabe en la Carta Magna.
Un terreno de nuevo desafiante para la legalidad y las instituciones que la encarnan en tanto que el secesionismo se ha lanzado ya a contraponer el veredicto del Constitucional al rechazo del Supremo a amnistiar a quienes encabezaron la intentona separatista en el otoño de 2017: el huido en Waterloo y el líder de ERC, Oriol Junqueras.