
Canadá elige a Mark Carney para dar la batalla a Trump
Parecerá una anomalía, y lo es, arrancar una crónica de las elecciones canadienses partiendo del país vecino. Pero nadie tiene duda alguna de que el milagro del resurgimiento del Partido Liberal el lunes en las urnas, defenestrado hace meses, y la constatación de que el primer ministro Mark Carney formará gobierno de nuevo, tal vez en coalición, en el que será el cuarto ejecutivo consecutivo para los progresistas, ha sido obra de Donald Trump.
“Los liberales perdían hasta que nuestro presidente empezó a burlarse de los canadienses, nuestros vecinos y amigos”, lamentó Dan Bacon, legislador republicano por Nebraska.
El martes continuaba el recuento. Los liberales no alcanzaban los 172 escaños en la Cámara que les facilitarían gobernar en solitario. En algunas circunscripciones el voto estaba muy reñido, si bien se confirmó una sorpresas de la noche, uno de los daños colaterales del resultado. El líder conservador, Pierre Poilievre, que ya había acariciado el cargo de primer ministro, perdió su escaño por Ottawa, que había mantenido durante 20 años.