Andrea Iannone regresa a MotoGP cinco años después
Hace casi cinco años, la vida deportiva de Andrea Iannone se desmoronaba. En el Gran Premio de Malasia de 2019 el italiano dio positivo en drostanolona. Aunque inicialmente la Federación Internacional de Motociclismo (FIM) le impuso una sanción de 18 meses, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) la aumentó hasta los cuatro años. La defensa del piloto alegó que la sustancia en cuestión se hallaba en su cuerpo por culpa de una posible contaminación alimentaria, pero no le quedó otra que aceptar una sentencia que prácticamente suponía el final de su carrera.
Cumplida la inhabilitación en 2024, las puertas de MotoGP estaban cerradas para Iannone, que todavía sentía que podía correr al más alto nivel. Ducati, la marca con la que logró sus mejores resultados y su única victoria en la clase reina, le dio una nueva oportunidad en el Mundial de Superbikes, en una de sus estructuras privadas y con una moto derivada de producción.
En su primera carrera en el campeonato, el italiano lograba un podio en Phillip Island, en un reestreno soñado para él. Y aunque no pudo mantener ese nivel todo el año, acabó la temporada en octava posición y logrando una victoria en el circuito de Aragón. Nada mal para un piloto de 35 años que había estado los cuatro últimos en el dique seco.