Alfonso Rueda, el líder tranquilo
El marchamo de presidente no elegido como tal por los votantes, aún avalado con la mayoría absoluta que los populares tenían en el Pazo do Hórreo, acompañó a Alfonso Rueda desde que relevó en la Presidencia del Gobierno gallego y del PPdeG a Alberto Núñez Feijóo. Pero parafraseando el lema con el que su antecesor entró en Monte Pío en 2009: “Llegó el momento” y el 18 de febrero, “Domingo de Piñata”, Rueda (Pontevedra, 1968) se enfrentó a su primer test electoral como candidato.
Ha sido, en las elecciones que este domingo se celebraron en Galicia, cabeza de cartel con un reto político y personal: sumar una mayoría absoluta más a las cuatro consecutivas logradas por Feijóo, la primera que él podría reivindicar como propia.
Si como icono de precampaña Feijóo apostaba por un banco azul para hablar “de tú a tú” con la ciudadanía, Rueda ha viajado con un bus en el que invita a los gallegos a los que aspira a conocer y a los que -fue su empeño en campaña y lo es tras ella- se da y se muestra como un líder tranquilo y cercano.