¿A domicilio o punto de entrega? Así se contamina menos con las compras del 'Black Friday'
La población española compra mucho -y cada vez más- en las tiendas online. La última estadística de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia habla de que solo en el primer trimestre de este año el ecommerce movió 21.793 millones de euros, un 13,7% más que el año precedente.
En el histórico de datos, las cifras del cuarto trimestre son siempre las más elevadas de cada año. Esto se explica porque el comercio online es uno de los recursos favoritos en períodos de elevado consumo. En la campaña de Navidad y durante el Black Friday, los carritos virtuales se llenan de productos. Es cómodo, sencillo y, en ocasiones, más barato. Pero ¿tiene coste para el medioambiente?
Aunque internet parece algo etéreo, navegar por la red y consumir contenidos tiene una huella de carbono. En el caso del comercio electrónico, habría que sumar también el coste que tiene el llevar los productos desde el almacén a la casa de quien los ha comprado. Posiblemente, el impacto de la fase de entrega es la parte más olvidada por la ciudadanía cuando piensa en el impacto medioambiental de sus compras online.