
Trump sigue con su cruzada contra los medios críticos y los humoristas: «Tal vez deberían quitarles las licencias»
La última víctima, Jimmy Kimmel, se ha quedado sin programa, uno de los más veteranos y vistos de EE UU, por hablar de las reacciones en las filas republicanas, incluido el propio presidente, a la muerte del Kirk.
«Hemos tocado nuevos mínimos este fin de semana con la panda MAGA tratando desesperadamente de presentar al chico que asesinó a Charlie Kirk como cualquier cosa menos uno de los suyos, y haciendo todo lo posible por sacar rédito político de ello», dijo en su monólogo. El presentador admite que no fue una frase afortunada y planeaba disculparse esa noche, antes de que fuera abruptamente despedido.
El tono irónico con el que trató el duelo del magnate por la desaparición de uno de sus más allegados colaboradores y defensores tampoco gustó. Su salida fue celebrada por Donal Trump, que además señaló a los siguientes en la lista (Jimmy Fallon y Seth Meyers), y que también aprovechó para deslizar con su habitual locuacidad más amenazas.