
Trump excluye teléfonos, ordenadores y chips de los aranceles recíprocos
Los consumidores que estos días se temían en Estados Unidos un futuro de teléfonos iPhone o Samsung de precios exorbitados a causa de los aranceles de Donald Trump, respiraron este sábado aliviados con el último cambio de opinión del presidente estadounidense. Teléfonos, ordenadores, chips, discos duros y otros componentes electrónicos que no se fabrican en el país quedan excluidos de la aplicación de los gravámenes con los que la Administración Trump había iniciado guerra comercial de alcance global e imprevisibles consecuencias.
Según los documentos publicados el viernes por la noche por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, que es la administración responsable de recaudar los aranceles sobre los bienes que importa el país, una serie de productos tecnológicos quedarán fuera del nuevo esquema de gravámenes de Trump. De esta forma, quedarán exentos de la tasa del 125% sobre importaciones desde China y del arancel recíproco del 10% anunciado el pasado 2 de abril por Washington a la mayoría de los socios comerciales de todos el mundo.
Las exenciones afectan a un sector, el tecnológico, en el que la aspiración de Trump es que los aranceles provoquen una vuelta de las industrias que una vez se fueron. Pero más allá de los sueños del presidente, a día de hoy es una fantasía, ya que lograr que esos componentes se fabriquen en Estados Unidos llevaría años. Las exclusiones se aplicarían a teléfonos inteligentes, computadoras portátiles, discos duros, procesadores y chips de memoria. Estos populares productos electrónicos de consumo generalmente no se fabrican en EE UU.