'Sugar': el detective cinéfilo
Demasiados pepinazos, pero aquí procuramos hablar con propiedad y objetividad, y esta proposición decente liderada por Colin Farrell es una DELICIA, en mayúsculas. Para empezar, los capítulos no se van mucho más allá de la media hora -excepto el piloto-, la ficción permite un respiro, y tanto la atmósfera, el tono como las descripción de los personajes es exquisita.
El rol principal es un un investigador escrupuloso, que imita en espíritu a sus ídolos del cine negro clásico. Bogart y compañía, con 'El halcón maltés' en un pedestal, son su modelo a seguir, como si hubiese escapado de 'El sueño eterno'.
Fiel a su principios, lucha contra los fantasmas del pasado y los demonios internos del presente mientras ejerce de detective privado emocionalmente implicado en la desaparición de la nieta de un magnate.