2Foto© laverdad.esSaltan chispas entre Vinicius y Lamine Yamal
Real Madrid y Barcelona se tenían ganas. Quizá fuera por los cuatros triunfos consecutivos de los azulgrana la pasada temporada o quizá fuera por las palabras de Lamine Yamal durante la semana, pero el caso es que blancos y azulgranas acabaron disputando un encuentro en el que saltaron chispas durante noventa minutos y que acabaron emborronando en un final de partido impropio de dos de los equipos más grandes del planeta fútbol.
Y es que ya desde antes de empezar el partido se notaba en el ambiente que no iba a ser un día más. El Santiago Bernabéu estaba hasta el gorro de ver a su equipo caer cuatro veces contra el Barcelona, llevarse cinco goles en el doble enfrentamiento contra el Arsenal de Champions, cuatro ante el Paris Saint Germain en el Mundial de Clubes o cinco a manos del Atlético de Madrid recientemente.
Eso no podía volver a suceder y por eso la afición blanca se echó a la calle, rugió desde las gradas, lució un precioso mosaico y apretó de lo lindo a un Barcelona que esta vez no pudo sentir la comodidad que si vivió el pasado año en el Bernabéu.