
Sainz provoca añoranza entre los que fueron sus 'tifosi'
Entre los fans de Ferrari que estaban agolpados en las gradas de Monza este viernes había muchos de los que opinan que en la dirección de la Scuderia no tomaron la decisión correcta fichando a Lewis Hamilton. No tanto por hacerse con los servicios del heptacampeón del mundo, que a toro pasado está claro que no está adaptándose como se esperaba, sino por perder a Carlos Sainz de su dupla de pilotos.
Por eso, lo sucedido este viernes tiene un cierto sabor a venganza por parte del madrileño. Sainz, en su etapa de rojo, siempre dijo —como todos— que correr en Monza es especial. Ningún piloto con el cavallino rampante en el pecho ha negado la magia que tiene recorrer este viejo y legendario trazado, ni siquiera para los que ya no lo defienden.
Los dos terceros puestos que sumó al volante de un Williams que no le permitirá pelear por lo que peleaba de Ferrari tienen un cierto aroma a reivindicación. Si en los primeros libres lo hizo detrás de los actuales corredores de rojo, que homenajean a Niki Lauda este fin de semana con una decoración especial, en los segundos acabó detrás de los dos McLaren, que son los que realmente van a partir el bacalao en el trazado italiano. Porque la realidad suele poder con la épica y las reivindicaciones románticas.